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▷ ¿Qué es una cooperativa y cómo funciona?


Una cooperativa es una sociedad que tiene ciertas diferencias con respecto a otros modelos de organizaciones empresariales más populares. A continuación te contamos los aspectos más importantes sobre las cooperativas. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es una empresa cooperativa?

Una cooperativa es un tipo de organización empresarial en la que un grupo de personas o empresas se unen para alcanzar objetivos e intereses comunes a través del apoyo mutuo y el uso compartido de recursos.

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Las cooperativas, al ser una sociedad con fines empresariales, tienen que contar con una serie de Estatutos en los que se deben establecer cuestiones como el nombre y tipo de sociedad, el domicilio social, la duración prevista de la misma o el objeto para el que se ha creado la cooperativa. El capital social mínimo, la aportación mínima a este capital social por parte de los participantes y las normas para repartir pérdidas o beneficios son otras cuestiones que deben estar declaradas en los estatutos de la organización.

Es evidente, a tenor de las cuestiones planteadas, que estamos ante una agrupación de personas que tienen intención de comercializar productos y servicios. En definitiva, el objeto de la cooperativa es realizar actividades empresariales, de ahí que se deban determinar estas cuestiones como si fuera una empresa ‘normal’, bajo el tipo de sociedad anónima o sociedad limitada.

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Cómo funciona una cooperativa

El funcionamiento de una sociedad cooperativa se basa en los principios de solidaridad, democracia, igualdad, equidad y autoayuda. Precisamente, este principio de igualdad y equidad entre socios, es el que marca el funcionamiento de una cooperativa.

Los miembros de la cooperativa son dueños de la empresa y tienen voz y voto en la toma de decisiones. Cada miembro tiene un voto, independientemente de su aportación económica. Los beneficios que se generan se reparten entre los miembros en función de su participación en la cooperativa, y también pueden reinvertirse en la empresa o destinarse a fines sociales o comunitarios.

Además, las cooperativas fomentan la colaboración y el apoyo mutuo entre los miembros, lo que les permite compartir recursos y conocimientos para mejorar su productividad y eficiencia.

Obligaciones de las cooperativas

Derivado de lo anterior, se crean una serie de obligaciones para los miembros de la cooperativa, más allá de las establecidas por los estatutos. Por ejemplo, una cooperativa debe quedar registrada en el Registro de Sociedades Cooperativas, en un plazo máximo de dos meses desde el momento de su constitución.

Para ello, se debe celebrar una Asamblea del tipo constituyente, en donde se elegirá un Secretario y un Presidente, y en donde los miembros mostrarán su conformidad con los estatutos redactados. Este es el punto más importante de este tipo de sociedades: la conformidad con las ‘normas internas’ en la cooperativa. Tanto es así, que la Ley concibe la posibilidad de que las cooperativas sean constituidas sin la mencionada asamblea.

Se podrá, por tanto, inscribir una nueva cooperativa si se presenta la escritura de constitución firmada por los promotores de la organización empresarial recién creada. Otras obligaciones de las cooperativas son:

  • Llevar un registro contable y fiscal adecuado
  • Respetar los estatutos y reglamentos internos de la cooperativa
  • Garantizar la transparencia y participación democrática de los miembros en la toma de decisiones

Diferencias entre una cooperativa y una empresa

La principal diferencia viene determinada por la organización. Mientras que en una cooperativa todos los socios son propietarios, en una empresa lo son los accionistas. ¿Qué consecuencias tiene esto?

En primer lugar, los trabajadores de una cooperativa son los propios dueños de la actividad, de manera que el rendimiento de sus acciones recae sobre ellos mismos, ya sea en positivo o en negativo. En el caso de una sociedad empresarial constituida como tal, la responsabilidad recae sobre la junta directiva, en ningún caso sobre los trabajadores contratados para desarrollar ciertas actividades.

De este modo, si hay beneficios en una empresa, estos irán a parar a la propia empresa y, en segundo lugar, a los accionistas. En una cooperativa, las ganancias van a parar a partes iguales sobre cada uno de los miembros asociados.  


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